Viajar desde la capital de Galicia hasta la capital de España es bastante sencillo. Realmente, hay hasta cuatro maneras de realizar el trayecto y todas tienen sus ventajas y también sus inconvenientes. Pero en la variedad está la oportunidad para elegir lo que convenga mejor en cada ocasión.
El autobús. Es la opción que requiere más tiempo ya que le lleva casi nueve horas llegar, pero es la más económica con diferencia, sobre todo si contamos con la tarjeta de transporte. Esto lo convierte en la opción favorita de los más jóvenes que ven una forma muy barata de viajar y disfrutar de la gran ciudad sin tener que gastar mucho.
En tren. El tren es una opción muy rápida, pues con la alta velocidad hay trenes que solo necesitan tres horas para cubrir el trayecto. Tiene la desventaja de que hay que comprar los billetes con tiempo para conseguir buenas ofertas y plazas, ya que a menudo se llenan en los momentos en los que hay más demanda. El tren es muy cómodo y para muchas personas la mejor de las opciones. Esto es especialmente cierto cuando hay problemas de movilidad, ya que el tren tiene asistentes que te ayudan a acomodarte en tu lugar y a bajar al llegar a la estación, pudiendo realizar el viaje de forma autónoma y sin problemas, siempre que se compre un billete para movilidad reducida.
El avión. El avión es la opción más rápida, porque en una hora se ha llegado de capital a capital. Solo tienes que llegar al aeropuerto de Santiago de Compostela parking con la antelación necesaria y coger tu avión. La principal ventaja es la rapidez, y en contra tiene el precio, ya que los billetes pueden ser muy caros si no se han comprado con antelación. Es una excelente opción para viajes en los que no hace falta maleta, ya que hay que pagar extras por ellas y eso incrementa los precios.
En coche. El coche particular es la opción más elegida para poder ir a Madrid, aunque implica algo más de seis horas de viaje. Permite poder parar cuando se desea para tomar algo o para estirar las piernas. Pero tiene en su contra que hay que conducir y eso puede resultar cansado, sobre todo si se va por poco tiempo, ya que hay que hacer la ida y la vuelta.