Después de su instalación y puesta a punto, una caldera de gas necesita cuidados periódicos para funcionar a pleno rendimiento. De lo contrario, surgen las averías. Problemas como la pérdida de presión o la congelación del circuito de salida son a menudo consecuencia de la falta de mantenimiento. Por ello, lo recomendable es disponer de un soporte técnico calderas en Vilagarcía para efectuar las revisiones anuales y detectar a tiempo cualquier irregularidad.
Alargar la vida útil de este tipo de caldera está en manos de cada propietario. La limpieza mensual o trimestral, por ejemplo, permite mantener libres de polvo los conductos, quemadores y otros componentes. Esta tarea requiere únicamente un paño húmedo y una solución jabonosa para retirar la suciedad incrustada.
En viviendas donde el agua caliente sanitaria depende de un termo u otro dispositivo, las calderas de gas tienden a permanecer inutilizadas en los meses de verano y primavera. Para minimizar el riesgo de avería, se aconseja encender el aparato durante diez o veinte minutos. Esta práctica semanal ayuda a limpiar las tuberías del circuito y a prevenir obstrucciones.
Como parte del mantenimiento, deben efectuarse lecturas del manómetro, para cerciorarse de que la caldera opere en los niveles de presión establecidos como normales por el fabricante. Los valores extremos, por encima o debajo de los límites establecidos, son motivo de preocupación.
Por su parte, los filtros previenen que la suciedad exterior se introduzca en la caldera, siendo un elemento que tiende a acumular gran cantidad de polvo y partículas contaminantes. Limpiar periódicamente estas piezas es beneficioso para la «salud» de la caldera de gas.
Ninguna de estas prácticas sustituye, sin embargo, al servicio técnico oficial o de la empresa SAT contratada. Sus revisiones anuales continúan siendo el mejor aliado de la caldera de gas, pues conlleva una completa revisión de sus componentes y sistemas internos.