¿Qué tienen de especial las playas de Ons?

Muchas personas prefieren las playas Isla de Ons a cualquier otra de la costa de las Rías Baixas e incluso las ponen por delante de las playas de Cíes, si bien no hay ningún arenal como el de Rodas, ni por su tamaño ni por sus características.

Son varios los motivos para amar las playas de Ons y te contamos algunas de las cosas que los hacen tan especiales y han hecho que en los últimos años aumenten mucho los visitantes que acuden a pasar el día o a disfrutar de una pequeña estancia durante el verano.

Lo primero, es que están situadas en un espacio natural protegido y eso se nota. Son playas vírgenes en las cuales no vas a encontrar grandes parkings alrededor ni chiringuitos. Para empezar, no hay prácticamente vehículos en Ons, solo algún tractor o algún coche de la Xunta, pero en ningún caso vehículos particulares. Por tanto, la tranquilidad está más que garantizada. A Ons vas a acceder en barco y una vez allí debes de desplazarte caminando a la playa que elijas. Si escoges una alejada, verás que hay muy poquita gente.

Una vez en la playa entenderás por qué tanta gente acude a Ons: arenas blancas o doradas dignas de cualquier postal de cualquier lugar de turismo idílico. Y aguas cristalinas, que son perfectas para hacer snorkel y ver los fondos marinos. Además, son muchas las especies que hay en el agua por lo que la experiencia suele ser inolvidable.

Otra razón es que hay playas de todo tipo, desde aquellas en las que vas a encontrar mucha gente y un fantástico ambiente hasta otras en las que podrás estar casi a solas. Incluso hay playas naturistas para que puedas disfrutar del sol y del baño sin ropa. Esta variedad, concentrada en un espacio que no es demasiado grande, convierte a Ons en un lugar perfecto para prácticamente todo el mundo.

Por último, las playas de Ons cuentan con un pequeño plus, o no tan pequeño. En esta isla hay fantásticos restaurantes por lo que puedes hacer un descanso de tu día de playa y disfrutar de una comida a base de productos del mar, muy frescos y perfectamente cocinados, así como de otras tapas y delicias. Así, la experiencia será todavía un poco mejor y, sin duda, te dejará un excelente sabor de boca.

El Tesoro de la Ría de Vigo: Travesía a las Islas Cíes

Desde la ciudad de Vigo, las Islas Cíes son una presencia constante en el horizonte, una silueta montañosa que custodia la entrada de la ría y que ejerce una atracción casi magnética. Para los viajeros que se proponen visitarlas en un día soleado de finales de agosto, el viaje no empieza al subir al barco, sino días antes, frente a una pantalla. La primera parada es la obligatoria solicitud de autorización a la Xunta de Galicia, un trámite necesario para regular el aforo y proteger el frágil ecosistema de este Parque Nacional. Solo con ese código en mano, pueden comprar el billete del catamarán.

La mañana del viaje, la Estación Marítima de Vigo es un hervidero de actividad. Grupos de amigos y familias, cargados con neveras, sombrillas y mochilas, esperan con impaciencia para embarcar. Una vez a bordo, el barco se aleja del muelle y la ciudad olívica ofrece su mejor panorámica. La travesía, de unos cuarenta minutos, es un espectáculo en sí misma. El catamarán navega por las tranquilas aguas de la ría, dejando atrás el puente de Rande y sorteando las innumerables bateas de mejillón que salpican el paisaje marino.

A medida que se acerca a su destino, la escala de las islas impresiona. Los acantilados escarpados de la cara oeste contrastan con la suavidad de la ladera este, cubierta por un denso pinar. Y entonces, aparece la joya de la corona: la playa de Rodas, un arco de arena blanca y fina bañado por aguas de un color turquesa que parece imposible en el Atlántico. El barco atraca suavemente en el muelle y, al desembarcar, los visitantes sienten que han cruzado un umbral a otro mundo.

El ruido del motor se desvanece y es sustituido por el sonido de las olas y el graznido de las gaviotas. No hay carreteras, ni coches, ni hoteles. La primera impresión es la de una pureza abrumadora. El viaje en barco ha terminado, pero la verdadera exploración acaba de comenzar. Ante los viajeros se abren los senderos que ascienden a los faros, las calas escondidas y la laguna interior. La travesía desde Vigo no es un simple traslado, es el prólogo indispensable para sumergirse en uno de los paraísos naturales mejor conservados de la costa gallega.

Consejos para viajar en barco por las rías de Galicia

Los viajes náuticos son uno de los «platos» fuertes del turismo en Galicia, que no en vano es la comunidad española con más kilómetros de litoral. Las travesías en velero, las rutas guiadas en catamarán y otras experiencias encuentran aquí de un escenario privilegiado. Es lógico, por tanto, el interés por la venta billetes barco Ons, Cíes y otros destinos de las rías gallegas.

Las Rías Altas y Rías Bajas comprenden un vasto recorrido que abruma a no pocos turistas. Lo más recomendable es definir qué rutas y destinos se incluirán en el itinerario principal y concentrarse en ellas. En particular, los archipiélagos del Parque Nacional de las Islas Atlánticas revisten un atractivo especial, no sólo por su biodiversidad y patrimonio cultural, sino también por la cantidad de navieras disponibles para explorarlos.

Otras experiencias náuticas son más ambiciosas y exigen un mayor compromiso por parte del viajero. Un ejemplo bastante desconocido es la Ruta Xacobea por mar, cuyo itinerario transita por los cruceiros del Vía Crucis marítimo-fluvial de la ría de Arousa.

Por otra parte, la temporada influye en el disfrute de esta modalidad de turismo. Para navegar en las rías gallegas, la primavera y el otoño son épocas de clima bonancible y poco masificados por el turismo. Cierto es que la animación social es mayor en los meses de verano, a costa de una relación calidad-precio menos asequible.

Con independencia de la fecha elegida, debe consultarse el parte meteorológico antes de emprender cualquier viaje. Otra medida de precaución es reservar la travesía con suficiente antelación, sobre todo en temporada alta, cuando las compañías navieras están más solicitadas.

En caso de alquilar una embarcación de recreo, es importante familiarizarse con las señales y normas básicas de navegación, para evitar conflictos con el resto de usuarios y comprometer la propia seguridad a bordo.

Comer en Cíes

Cuando vas a pasar el día en las Cíes hay dos opciones a la hora de comer: llevarte la comida de casa o comer allí en alguna de las escasas opciones que tienes para hacerlo.

Llevarse la comida de casa tiene sus puntos a favor, ya que vas a comer lo que tú quieres y cuando tú quieres, sin tener que estar pendiente de los horarios de los restaurantes ni de nada más. Puedes ir a una cala perdida o marcharte a hacer una ruta sin mirar el reloj. Cuando tengas hambre, solo tienes que quitar tu fiambrera de la bolsa o tu bocadillo y comer con total tranquilidad. Pero tiene también sus puntos en contra, siendo el principal que vas a tener que cargar con la comida desde casa y que, además, con el calor puede acabar no estando tan apetitosa como te parecía antes de salir. No estamos hablando de una playa a la que prácticamente llegues al arenal en el coche, por lo que cargar con una nevera no es lo más aconsejable.

Si vas a comer en la isla tienes un par de restaurantes donde puedes hacerlo, además de un bar especializado en bocadillos. No es caro comer en islas cíes, tal vez no sea tan barato como hacerlo en bares de cualquier pueblo, pero tampoco te va a costar más que comer en un lugar turístico en una terraza. Y la oferta de platos y la calidad es bastante razonable. No obstante, hay puntos en contra cuando se va a comer de restaurante en Cíes. El principal es que no aceptan reservas, por lo que tendrás que ir sin saber cuándo vas a tener mesa. Y las esperas pueden ser absolutamente exageradas dependiendo de la hora a la que vayas. Muchas personas hablan de una media de media hora e incluso una hora si es el momento de máxima afluencia. Y es que la demanda es muy superior a la oferta, por lo que toca aguantar estas incomodidades para poder sentarse en una mesa y tomar un plato de comida recién hecha. 

Como ves, no hay una opción perfecta, tú decides qué es lo que prefieres: cargar con la comida, pero no tener que esperar y limitarte a aquello que no se estropee con el calor o comer de plato y fresco, pero a cambio de esperar el tiempo necesario hasta tener una mesa libre.

Autocaravanas en la tercera edad

¿Son adecuadas las autocaravanas para la tercera edad? Esta es una pregunta que se hacen muchas personas que, al jubilarse, se plantean comprar este tipo de vehículos, pero no saben si se adaptarán a ellos y más según pasen algunos años.

Para empezar, hay que decir que no se trata tanto de la edad como de la forma en la que se encuentre la persona. No es lo mismo alguien de 70 años que está en buena forma física y con una salud excelente que alguien con la misma edad que sufre todo tipo de problemas, como alguna enfermedad crónica o movilidad reducida.

Si las personas están sanas y tiene sus reflejos intactos para conducir un vehículo, también pueden conducir una autocaravana, especialmente si esta es pequeña. Solo se recomienda descansar un poco más a menudo de lo que hace una persona más joven, pero no es una recomendación exclusiva para una autocaravana, también lo es para otros vehículos.

En cuanto a la comodidad en el interior, lo cierto es que una autocaravana puede ser incluso más cómoda que una habitación de hotel en el sentido de que puede adaptarse a los gustos y necesidades de quienes van a viajar en ella. Por ejemplo, con una cama de baja altura a medida o un pequeño asiento o barra en la ducha. La bajada del vehículo, que es algo que suele preocupar por los escalones, también puede adaptarse con una pequeña rampa para que sea mucho más cómoda, por lo que no es problema. En absoluto.

Otra de las ventajas de las autocaravanas cuando se tiene una edad es que se puede cocinar en ellas y, por tanto, llevar una alimentación sana similar a la que se haría en casa evitando el tener que comer fuera cada día. Así, no solo se ahorra dinero, sino que se controla perfectamente la alimentación. Las autocaravanas no pueden ir a algunos lugares, como ir a las islas ons pero pueden acercar a las personas hasta el lugar en el que cogerán el barco y hacer el viaje más agradable, con las paradas necesarias hasta allí.

Muchas personas, cuando van cumpliendo años, ya no se sienten cómodas para viajar largas distancias en su autocaravana, pero sigue resultándoles perfecta para ir a un camping y poder quedarse allí durante algunos días con unas comodidades de las que no van a disponer en una tienda o en un albergue. Y por eso continúan usándola durante muchos años, aunque ya no se desplacen como antes.

La Romería Vikinga y otras fiestas típicas de las Rías Bajas de Galicia

Baiona, Catoira y otros municipios costeros de Pontevedra acogen numerosas fiestas de interés histórico-cultural que giran en torno al Descubrimiento de América, San Roque o las incursiones vikingas. Precisamente, una de las celebraciones más singulares de las Rías Bajas o Rías Baixas es la Romería Vikinga.

Se desarrolla durante la primera semana de agosto, en las Torres de Oeste de Catoira, en la comarca de Caldas. Año tras año, las ruinas de esta fortaleza defensiva se convierten en el escenario de una pintoresca representación: la contención del asalto vikingo por parte de los vecinos de esta localidad, en un ambiente festivo que congrega a decenas de miles de asistentes.

Los bayoneses, por su parte, celebran un acontecimiento más relevante en la historia nacional: la llegada de Martín Alonso Pinzón al timón de La Pinta con la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo. Este acontecimiento, acaecido hace más de cinco siglos, sigue vivo en la memoria de los residentes de Baiona, que lo festejan orgullosos por todo lo alto.

Con motivo de la Festa da Arribada, este municipio vigués acoge toda clase de actividades: desde exhibiciones de cetrería y talleres de artesanos y gremios hasta justas medievales, muestras etnográficas y torneos de esgrima.

De corte más religioso son las fiestas dedicadas a San Benitiño de Lérez. Es entonces cuando esta parroquia de las Rías Bajas se transforma en el epicentro de una romería, con espectáculos de gaitas y panderetas, un banquete a base de mejillones y otras actividades. Se celebra en los meses de marzo y julio, en el Monasterio de San Salvador de Lérez.

A mediados de agosto, Villagarcía de Arosa y otros municipios honran a San Roque con una festividad muy especial, pasada por agua no por las tormentas de verano, sino por la Fiesta del Agua: los vecinos arrojan a los participantes cubos de agua desde sus balcones.

¿Por qué las Cíes tienen ciertas normas?

Las Islas Cíes son un espacio protegido, es un lugar natural que merece conservarse y que no puede alterarse. Además, son zona protegida de aves, por lo que tienen que tener normas para que estas puedan estar tranquilas y anidar. A todo esto se suma que el lugar es muy bonito y atractivo para los turistas, por lo que hay una altísima demanda para visitarlo. Por eso, es necesario establecer normas para poder acudir a las islas.

La más importante de estas normas es que el número de visitantes está limitado, sobre todo en temporada alta. Si se quiere ir a las Cíes hay que pedir un permiso en la Xunta. Es un trámite rápido que se hace a través de una Web. Te inscribes y eliges un día entre los que todavía tienen cupo. Al elegirlo, el permiso se tramita automáticamente y puedes comprar los billetes de barco para viajar en la fecha señalada. Otra forma de ir es reservando plaza en el camping, en cuyo caso el mismo camping lleva a cabo el trámite, no siendo necesario que el visitante haga nada más.

Pero hay otras regulaciones y normas en playa de Rodas y el resto de las islas. Para empezar, no está permitido ir con animales. No podrás ir a las Cíes con tu perro, excepto si es lazarillo. Ni con otros animales. Tampoco podrás recoger conchas o piedras en la playa, ya que está totalmente prohibido.

Si vas a realizar alguna de las bonitas rutas de senderismo tienes que tener en cuenta que no puedes caminar fuera de los senderos, ya que dañarías la naturaleza y, por supuesto, no puedes hacer fuego o dejar basura en ningún lugar. Tampoco puedes molestar a los animales que encuentres en la ruta, aunque puedes sacar fotos sin asustarlos. No se puede coger flores o plantas, ya que estas son necesarias para el ecosistema.

Puedes usar tu teléfono pero no está permito poner música alta con altavoces, porque molestaría a las aves. Debes de ser respetuoso con un espacio natural que está pensado para que las aves estén en su ambiente. Y si crees que alimentarlas es una ayuda, estás equivocado. No les des comida bajo ninguna circunstancia ya que esto puede ser muy perjudicial para estos animales por diferentes razones.

En resumen, recoge la hoja con las normas que te darán en el punto de información y cumple con ellas para que las Cíes sigan siendo ese paraíso que tanto nos gusta.