Si te has preguntado como funciona el reloj durcal, aquí vamos a explicártelo todo. Porque son muchas las dudas que la gente plantea la primera vez que escucha hablar de este dispositivo.
Una de las dudas es debida a que este tipo de relojes se llaman relojes anticaídas. Pero lo cierto es que, cómo es lógico, es imposible impedir que alguien se caiga con un reloj. Lo que sí que hace Durcal es detectar que la persona que lo lleva puesto se ha caído y envía una señal. Al momento, un operador se pone en contacto con la persona a través del mismo dispositivo. Si la persona contesta y dice que ha sido una falsa alarma, un traspiés o algo sin consecuencias, no pasa nada. Pero si la persona responde diciendo que se ha caído y no puede moverse o está mal o no contesta se activa un protocolo en el cual se llama a los servicios de emergencia, así como al familiar de referencia.
Por tanto, no se impide que la persona se caiga, algo que no es posible de ningún modo y con ningún dispositivo. Pero sí se le da asistencia muy rápida en el caso de que la caída tenga lugar. Y eso puede marcar la diferencia. Una asistencia rápida puede hacer que se salve la vida de la persona o que las consecuencias de la caída sean menores. Por no hablar de la angustia de que el mayor se vea en el suelo, sin poder levantarse ni pedir ayuda y sin saber cuándo se darán cuenta de su situación.
Otro de los nombres de esta pulsera es la de pulsera localizadora. Y en este caso, es un nombre que se corresponde cien por cien con lo que hace. El reloj lleva dentro una tarjeta SIM como la de los teléfonos con datos. Y está totalmente localizable a través de una APP gracias al servicio de GPS. Si la persona se pierde o se escapa de casa en un descuido, será fácil saber en dónde se encuentra y acudir a buscarla.
Desde luego, una pulsera que da tranquilidad y que, además, tiene la apariencia de un reloj inteligente normal y corriente, por lo que cualquier persona lo puede llevar sin ningún problema y sin sentirse señalado como alguien vulnerable, algo que puede no ser del agrado de la persona que la necesita.